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Selección personal de 100 proyectos de digitalización internacionales y locales actualmente en funcionamiento. La selección se ha hecho siguiendo el interés que pueden tener las obras incluidas y en otras ocasiones por los servicios, las herramientas y las aplicaciones diferentes que se proponen. La mayor parte de los recursos tienen como objetivo ofrecer una copia digital de libros pero también se incluyen otras tipologías documentales: publicaciones periódicas, tesis, literatura gris, fotografías, grabados, grabaciones sonoras... Abundan los proyectos realizados por las bibliotecas nacionales y universitarias, los proyectos comerciales más representativos y las colecciones colaborativas. Una tipología a destacar es la de las plataformas que pretenden recuperar y difundir una cultura o una lengua. La lista incluye preferentemente proyectos de bibliotecas digitales con obras de dominio público, las obras de las que se pueden descargar e imprimir, también están incluidos pero materiales de pago. La ordenación de la selección está presentada alfabéticamente.
Introducción
En una editorial de The New York Times1 del 24 de diciembre de 2004 repasaban en pocas líneas los que debían ser los riesgos de la nueva (?) Biblioteca de Babel, no muy alejada de las previsiones de Borges, pero tecnológicamente y legalmente llena de retos. La fecha de la editorial no es casual; coincide con el anuncio del proyecto Google Books Search con un presupuesto inicial de 270 millones de dólares y unas previsiones de crecimiento espectaculares en el ámbito de la edición "sin ánimo de lucro" (las comillas son nuestras). The New York Times decía: "The idea of making books available online is not new, but this plan represents an enormous shift in scale, so enormous that if it is carried out successfully, it may redefine the nature of the Internet and the university".2 Se sabe que no sólo ha redefinido la naturaleza de Internet (con muchos peros) sino que ha generado muchos campos de lucha –nada disimulada– y una carrera de obstáculos para estar cuando es necesario, o sea, ya. Estos últimos años Google Books es una realidad impresionante que ha cumplido con todo detalle la misión de "organizar la información mundial y hacerla universalmente accesible y útil". Pero, aparte de los cientos de titulares y juicios que ha abierto en todo el mundo (China, Francia, Italia, Estados Unidos, Alemania) muchos están de acuerdo en que la decisión de Google ha abierto una maratón en la red: estar o no estar disponible.
Se disponía ya de muchos proyectos, muchas apuestas por el libre acceso, pero nunca como en estos últimos años hemos tenido tantas publicaciones disponibles gratuitamente ni tantos proyectos (locales e internacionales) que "lucharan" por un espacio donde, primero, el patrimonio propio y, después, el académico 'luzcan apropiadamente'. La aparición del eReader, el iPad y otros dispositivos móviles han acelerado la carrera y han multiplicado las perspectivas futuras.
Los bibliotecarios en este contexto han hecho lo que había que hacer: ¡estar! Por un lado, aceptando el desafío tecnológico, asumiendo los gastos monstruosos de la digitalización y gestionando el conocimiento que generaban todas las bibliotecas digitales en crecimiento continúo. No es extraño en este contexto encontrar en blogs y revistas especializadas, en casi todos los webs de bibliotecas universitarias o públicas, en proyectos de digitalización, listas que seleccionan lo mejor de estos productos digitales (lo que no se hace casi nunca es explicar por qué sí unos y no otros, más allá de cuestiones muy elementales como el número total de ítems, los formatos de descarga o las facilidades de acceso). La excepción, vista las dimensiones reales de esta biblioteca de Babel digital, la marcan las selecciones de recursos por especialidades, es decir, los libros monográficos para ámbitos concretos del conocimiento donde lo que manda, obviamente, es la especialización misma.
Reseñar lo que está ya reseñado por todos (con o sin criterios visibles de selección) parece, como sucede a menudo en este oficio nuestro, otra vuelta de tuerca. De hecho sólo hay que hojear la bibliografía profesional para ver de cuántas maneras hemos sido capaces de mirar los diferentes proyectos digitales, hasta qué punto se han analizado y las conclusiones que se han sacado. Una última aclaración: la mayoría de los 100 proyectos que se mencionan son conscientes que serán más eficientes si tienen un buen posicionamiento en la red. Habría que saber cuántos usuarios llegan al documento digital final desde el buscador, por ejemplo, de Europeana, o directamente buscando desde Google o Yahoo. Nada que las bibliotecas de todo el mundo no sepan.
Sin embargo se ha creído que sería bueno incluir nuestra propia selección. O mejor aún, elegir el "mejor" según las listas (a veces temibles y enciclopédicas) de algunas de las 60 bibliotecas universitarias más importantes del país o del extranjero. Se han repasado algunas listas que sí incluyen argumentos de selección –casi todas de blogs bibliotecarios o revistas del sector– y finalmente qué proyectos mencionan las bibliotecas digitales que se han seleccionado. Como veréis el resultado era previsible en la mayoría de los casos. Lo que ya no es tan previsible es como sería esta lista, si se volviera a hacer este ranking, dentro de diez años. Lo probaremos.
Veréis que dado el momento de efervescencia que vivimos con todo lo relacionado con el libro electrónico se han incluido muchas selecciones de plataformas centradas en la distribución del libro electrónico en dominio público que a menudo funcionan como editores, como simples recolectores o como indexadores. El orden final es simplemente alfabético, para no perder viejas costumbres. A título de anécdota, entre las plataformas seleccionadas algunas están simplemente porque tienen que estar y de otros por la suma de servicios añadidos que ofrecen, herramientas y aplicaciones que, en plena lucha por fidelizar al usuario, las hacen diferentes.
Josep M. Turiel
CRAI de la Biblioteca de Lletres --Universitat de Barcelona
Fuente: http://www.ub.edu/bid/24/turiel2.htm
11 ago 2010
La manía de las listas: 100 bibliotecas digitales y 'recolectores' de libros electrónicos
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1 comentario:
Muy interesante esto, es vital que el mundo editorial y la literatura en general se adapten a los tiempos que corren, que no pase como con la música o el sector audiovisual, que no terminan de desprenderse de sus viejos usos en aras de cogerle al paso a los tiempos que corren.
Nos leemos.
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