Semana de Mayo
Nicolás Rodriguez Peña, fue uno de los miembros de la llamada socierdad de los Siete, círculo clandestino que comenzó a hablar de revolución, a menudo sin precisar exactamente los contenidos políticos y los alcances del término. La sociedad de los Siete se reunia en la casa de Rodriquez Peña o en la jabonería de Hipólito Vieytes
Manuel Belgrano fue partidario del Virrey Liniers y un entusiasata carltista . Como oficial de Patricios participó de la represión del movimiento liderado por Martía de Alzaga en enero de 1809. En julio del mismo año alento junto a Saavedra la nominación de Liniers como Virrey pero Ëspaña nombre a Cisneros
Juan José Castelli , era compañero de Belgrano en el consulado y fue uno de los mas activos miembros del sector patriota., formando parte de la delegación que pidio a Cisneros la convocatoria a Cabildo Abierto y ocupo un lugar en las Juntas del 24 y del 25 de Mayo
Invitación entregada para el Cabildo Abierto del 22 de Mayo
Obispo Lue
Virrey Cisneros
18 de mayo de 1810
En mayo de 1810 el ánimo de los criollos estaba inflamado de fervor patriótico. Muchos sucesos importantes habían sucedido en los últimos años: la Reconquista y la Defensa durante las invasiones inglesas, la Revolución Francesa, la independencia de los Estados Unidos, las ideas del "Iluminismo", la invasión de Napoleón a España, y poco más atrás en el tiempo el movimiento de los Comuneros de Asunción y de Túpac Amaru. Los criollos comenzaron a comprender que eran capaces de gobernarse solos.La idea de la Revolución comenzó tomar fuerza en muchos criollos notables. Los primeros pasos comenzaron a trazarse en reuniones secretas que se llevaban a cabo en diversas casas. La consigna corría de boca en boca. Rápidamente la semilla de libertad se expandió por toda la ciudad. Una sociedad secreta integrada, entre otros, por Nicolás Rodríguez Peña, Manuel Belgrano, Juan José Paso, Hipólito Vieytes, Agustín Donado, Manuel Alberti, Terrada, José Darragueira, Chiclana, Juan José Castelli, French, Beruti, Viamonte y Tomás Guido, organizaba las acciones. Las reuniones se realizaban en la casa de Vieytes, en la de Rodríguez Peña o en la quinta de Orma. Cornelio Saavedra ofreció su contingente armado, los Patricios.
En la mañana del 15 de mayo, el Virrey Cisneros supo, por noticias traídas en el barco inglés "Milestoe" que la Junta de Cádiz estaba a punto de caer en manos francesas. La noticia fue confirmada por los viajeros del "John Parish Robertson", que arribó a Buenos Aires dos días después
El virrey Cisneros no ocultó la verdad y el 18 de mayo, por medio de una Proclama expuso los hechos con claridad y manifestó su voluntad de luchar por Fernando y por la "libertad e independencia " de toda dominación extranjera y alertó también sobre la necesidad de no adoptar ninguna decisión sin consultar a las provincias del interior. Esta proclama no fue suficiente para calmar la inquietud de los vecinos ni de los Comandantes de Armas, algunos de los cuales se reunieron para evaluar los acontecimientos.
19 de mayo de 1810
Los criollos reclaman la realización de un Cabildo Abierto para tratar la situación por la que atravesaba España.Para lograr ese propósito, Saavedra y Belgrano se reunieron con el alcalde de primer voto, Juan José Lezica, para que convocara, con anuencia de Cisneros, un Cabildo Abierto. Castelli cumplió idéntica misión ante el síndico procurador Julián de Leiva.
20 de mayo de 1810
Cisneros reunió en la Fortaleza a los jefes militares para pedir su apoyo, pero como éstos se lo negaron, no tomó ninguna decisión. Entonces, los patriotas decidieron que Castelli y Martín Rodríguez se presentaran ante el Virrey para exigirle la reunión de un Cabildo Abierto. Se reunieron con él durante la noche y le reiteraron la necesidad de la convocatoria. Cisneros finalmente aceptó a convocar a los principales vecinos para deliberar acerca de la gravedad de la situación.
21 de mayo de 1810
>Algunos vecinos se reunieron en la Plaza Mayor para apoyar la solicitud de un Cabildo Abierto.Se convocó a los vecinos por medio de esquelas a participar del Cabildo Abierto del 22 de mayo. En total se repartieron 450 invitaciones.
22 de mayo de 1810
De los 450 invitados, concurrieron sólo 251, quienes iniciaron la sesión a las 9 de la mañana.El debate se inició con la proclama del escribano del Cabildo, Justo Nuñez, quien aconsejó evitar toda innovación y acatar la autoridad del Virrey. En su discurso, Nuñez también se refirió al peligro que representaba la ambición portuguesa, al señalar "No olvidéis que tenéis a la vista un vecino que acecha vuestra libertad, y que no perderá ninguna ocasión en medio del menor desorden. Tened por cierto que no podréis por ahora subsistir sin la unión de las Provincias interiores..."
Siguió en el uso de la palabra el obispo de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, quien sostuvo que aún en caso de una pérdida total de la Península, los españoles debían continuar gobernando en América y los criollos sólo podrían llegar a ejercer el poder cuando no quedara ningún español en estas tierras. A continuación habló el doctor Juan José Castelli quien fundamentó los derechos del pueblo de Buenos Aires para ejercer su soberanía y formar un nuevo gobierno en el cautiverio de Fernando VII y la disolución de la Junta Central de Sevilla.Ruiz Huidobro, en nombre de algunos grupos militares, sostuvo que Cisneros debía cesar en el mando por haber caducado la autoridad que lo nombró. El Cabildo debía reasumir el poder para entregarlo luego a otra persona.El fiscal Manuel Genaro Villota afirmó que las resoluciones de los vecinos porteños carecían de validez porque no representaban a todo el virreinato. El presbítero Nepomuceno Solá se mostró partidario de entregar el poder al Cabildo hasta que se reuniera una Junta integrada por diputados de todo el virreinato. Juan José Paso, abogado criollo, sostuvo la necesidad de establecer en Buenos Aires una Junta Gubernativa lo antes posible.A continuación se decidió votar una propuesta concreta. Entre todas se destacó la proposición de Cornelio Saavedra por la cesación del Virrey y la delegación interina del mando en el Cabildo hasta la formación de una Junta que lo ejerciera en base a la participación popular. Según sus palabras "No queda duda de que el pueblo es el que confiere la autoridad o mando..." Adhirieron a su opinión Castelli, Belgrano, Paso, Moreno y Rivadavia entre otros. El escrutinio se postergó para el día siguiente.
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Nicolás Rodriguez Peña, fue uno de los miembros de la llamada socierdad de los Siete, círculo clandestino que comenzó a hablar de revolución, a menudo sin precisar exactamente los contenidos políticos y los alcances del término. La sociedad de los Siete se reunia en la casa de Rodriquez Peña o en la jabonería de Hipólito Vieytes
Manuel Belgrano fue partidario del Virrey Liniers y un entusiasata carltista . Como oficial de Patricios participó de la represión del movimiento liderado por Martía de Alzaga en enero de 1809. En julio del mismo año alento junto a Saavedra la nominación de Liniers como Virrey pero Ëspaña nombre a Cisneros
Juan José Castelli , era compañero de Belgrano en el consulado y fue uno de los mas activos miembros del sector patriota., formando parte de la delegación que pidio a Cisneros la convocatoria a Cabildo Abierto y ocupo un lugar en las Juntas del 24 y del 25 de Mayo
Invitación entregada para el Cabildo Abierto del 22 de Mayo
Obispo Lue
Virrey Cisneros
18 de mayo de 1810
En mayo de 1810 el ánimo de los criollos estaba inflamado de fervor patriótico. Muchos sucesos importantes habían sucedido en los últimos años: la Reconquista y la Defensa durante las invasiones inglesas, la Revolución Francesa, la independencia de los Estados Unidos, las ideas del "Iluminismo", la invasión de Napoleón a España, y poco más atrás en el tiempo el movimiento de los Comuneros de Asunción y de Túpac Amaru. Los criollos comenzaron a comprender que eran capaces de gobernarse solos.La idea de la Revolución comenzó tomar fuerza en muchos criollos notables. Los primeros pasos comenzaron a trazarse en reuniones secretas que se llevaban a cabo en diversas casas. La consigna corría de boca en boca. Rápidamente la semilla de libertad se expandió por toda la ciudad. Una sociedad secreta integrada, entre otros, por Nicolás Rodríguez Peña, Manuel Belgrano, Juan José Paso, Hipólito Vieytes, Agustín Donado, Manuel Alberti, Terrada, José Darragueira, Chiclana, Juan José Castelli, French, Beruti, Viamonte y Tomás Guido, organizaba las acciones. Las reuniones se realizaban en la casa de Vieytes, en la de Rodríguez Peña o en la quinta de Orma. Cornelio Saavedra ofreció su contingente armado, los Patricios.
En la mañana del 15 de mayo, el Virrey Cisneros supo, por noticias traídas en el barco inglés "Milestoe" que la Junta de Cádiz estaba a punto de caer en manos francesas. La noticia fue confirmada por los viajeros del "John Parish Robertson", que arribó a Buenos Aires dos días después
El virrey Cisneros no ocultó la verdad y el 18 de mayo, por medio de una Proclama expuso los hechos con claridad y manifestó su voluntad de luchar por Fernando y por la "libertad e independencia " de toda dominación extranjera y alertó también sobre la necesidad de no adoptar ninguna decisión sin consultar a las provincias del interior. Esta proclama no fue suficiente para calmar la inquietud de los vecinos ni de los Comandantes de Armas, algunos de los cuales se reunieron para evaluar los acontecimientos.
19 de mayo de 1810
Los criollos reclaman la realización de un Cabildo Abierto para tratar la situación por la que atravesaba España.Para lograr ese propósito, Saavedra y Belgrano se reunieron con el alcalde de primer voto, Juan José Lezica, para que convocara, con anuencia de Cisneros, un Cabildo Abierto. Castelli cumplió idéntica misión ante el síndico procurador Julián de Leiva.
20 de mayo de 1810
Cisneros reunió en la Fortaleza a los jefes militares para pedir su apoyo, pero como éstos se lo negaron, no tomó ninguna decisión. Entonces, los patriotas decidieron que Castelli y Martín Rodríguez se presentaran ante el Virrey para exigirle la reunión de un Cabildo Abierto. Se reunieron con él durante la noche y le reiteraron la necesidad de la convocatoria. Cisneros finalmente aceptó a convocar a los principales vecinos para deliberar acerca de la gravedad de la situación.
21 de mayo de 1810
>Algunos vecinos se reunieron en la Plaza Mayor para apoyar la solicitud de un Cabildo Abierto.Se convocó a los vecinos por medio de esquelas a participar del Cabildo Abierto del 22 de mayo. En total se repartieron 450 invitaciones.
22 de mayo de 1810
De los 450 invitados, concurrieron sólo 251, quienes iniciaron la sesión a las 9 de la mañana.El debate se inició con la proclama del escribano del Cabildo, Justo Nuñez, quien aconsejó evitar toda innovación y acatar la autoridad del Virrey. En su discurso, Nuñez también se refirió al peligro que representaba la ambición portuguesa, al señalar "No olvidéis que tenéis a la vista un vecino que acecha vuestra libertad, y que no perderá ninguna ocasión en medio del menor desorden. Tened por cierto que no podréis por ahora subsistir sin la unión de las Provincias interiores..."
Siguió en el uso de la palabra el obispo de Buenos Aires, Benito de Lué y Riega, quien sostuvo que aún en caso de una pérdida total de la Península, los españoles debían continuar gobernando en América y los criollos sólo podrían llegar a ejercer el poder cuando no quedara ningún español en estas tierras. A continuación habló el doctor Juan José Castelli quien fundamentó los derechos del pueblo de Buenos Aires para ejercer su soberanía y formar un nuevo gobierno en el cautiverio de Fernando VII y la disolución de la Junta Central de Sevilla.Ruiz Huidobro, en nombre de algunos grupos militares, sostuvo que Cisneros debía cesar en el mando por haber caducado la autoridad que lo nombró. El Cabildo debía reasumir el poder para entregarlo luego a otra persona.El fiscal Manuel Genaro Villota afirmó que las resoluciones de los vecinos porteños carecían de validez porque no representaban a todo el virreinato. El presbítero Nepomuceno Solá se mostró partidario de entregar el poder al Cabildo hasta que se reuniera una Junta integrada por diputados de todo el virreinato. Juan José Paso, abogado criollo, sostuvo la necesidad de establecer en Buenos Aires una Junta Gubernativa lo antes posible.A continuación se decidió votar una propuesta concreta. Entre todas se destacó la proposición de Cornelio Saavedra por la cesación del Virrey y la delegación interina del mando en el Cabildo hasta la formación de una Junta que lo ejerciera en base a la participación popular. Según sus palabras "No queda duda de que el pueblo es el que confiere la autoridad o mando..." Adhirieron a su opinión Castelli, Belgrano, Paso, Moreno y Rivadavia entre otros. El escrutinio se postergó para el día siguiente.
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