La escucha atenta y la “narrativización” del discurso médico son algunos de los elementos de la medicina narrativa, pero un trabajo presentado en la Journal of Pain and Symptom Management en 2008 demostró que el acto de escribir podría ayudar a muchos pacientes a entender mejor sus propios sentimientos y necesidades, e incluso aliviar su dolor físico. El estudio concluyó que los pacientes que se acercaron a la narrativa, sobre todo aquellos que padecían cáncer, disminuyeron la intensidad de dolor de su tratamiento y mejoraron su sentido de bienestar psicológico. El trabajo, dirigido por la doctora Soledad Cepeda, del Centro Médico Tufos de Boston, contó con la participación de 234 pacientes con cáncer, que fueron divididos en tres grupos. Una parte de ellos recibió los cuidados habituales, otro tercio tuvo que rellenar un cuestionario estándar sobre el tipo y el nivel de dolor que sufría, y los últimos fueron invitados a participar en un programa sobre escritura narrativa. La liberación de sentimientos, producida a través de la escritura, alivia el dolor de los pacientes; aunque no descartan que no sea así en el caso de las personas gravemente enfermas, que podrían tener problemas para abordar abiertamente sus emociones. El estudio estadounidense concluye: “La enfermedad y la curación son, en parte, actos narrativos. En las variadas formas en que la medicina narrativa puede expresarse, esta le confiere a la práctica médica una suerte de comprensión que sería imposible obtener de otra forma.”
15 ago 2011
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