
Madrid. Con motivo de conmemorarse este mes el medio siglo de existencia, la Fundación Juan March, depositaria de la biblioteca personal del escritor argentino, que fue donada por su albacea testamentaria Aurora Bernárdez, está concluyendo el proceso de digitalización de buena parte de ese acervo literario para subirlo a la Web. El homenaje tiene también otra arista: se cumplen 20 años de la donación de Bernárdez a la institución.
En diálogo telefónico desde Madrid con Susana Reinoso, periodista de Clarín, Paz Fernández, directora de la biblioteca de la fundación y quien está a cargo de la digitalización, dijo: “Si bien no digitalizamos todo el contenido, sí lo hacemos con las portadas, las dedicatorias de otros intelectuales hispanoamericanos, las firmas que Cortázar ponía en los libros de su biblioteca, así como sus anotaciones personales. En algunos libros que compraba escribía su nombre, en otros el apellido con la fecha”.
Las razones por las cuales no van a digitalizarse las 4.423 obras, estudios y papeles personales de la biblioteca de Cortázar son dos: el costo y los derechos de autor de muchos escritores que aún viven o que se encuentran todavía en dominio privado.
El acervo de la Fundación March contiene también apuntes de puño y letra con sus expresiones en español, francés o inglés, de acuerdo con la lengua en que leía. Hay varios ejemplares de su célebre Rayuela, incluso con el agregado que Cortázar le hizo 17 años después de publicada para corregir la omisión de la primera edición.
Todos los géneros literarios, arte, historia y filosofía son parte del tesoro que Cortázar albergaba en su departamento de la parisiense rue de Martel.
El periodista y escritor español Jesús Marchamalo preparó un libro sobre esta biblioteca personal que saldrá en versión digital en los próximos meses; se titula: Cortázar y los libros: un paseo por la biblioteca del autor deRayuela. Por su parte, Horacio González, director de la Biblioteca Nacional argentina, afirmó que en marzo, y a raíz del cincuentenario del libro de Cortázar, se bautizará con el nombre de "Rayuela" a la Plaza del lector, ubicada antes del acceso al edificio bibliográfico en la capital argentina.
[Fuente: Clarín]
En diálogo telefónico desde Madrid con Susana Reinoso, periodista de Clarín, Paz Fernández, directora de la biblioteca de la fundación y quien está a cargo de la digitalización, dijo: “Si bien no digitalizamos todo el contenido, sí lo hacemos con las portadas, las dedicatorias de otros intelectuales hispanoamericanos, las firmas que Cortázar ponía en los libros de su biblioteca, así como sus anotaciones personales. En algunos libros que compraba escribía su nombre, en otros el apellido con la fecha”.
Las razones por las cuales no van a digitalizarse las 4.423 obras, estudios y papeles personales de la biblioteca de Cortázar son dos: el costo y los derechos de autor de muchos escritores que aún viven o que se encuentran todavía en dominio privado.
El acervo de la Fundación March contiene también apuntes de puño y letra con sus expresiones en español, francés o inglés, de acuerdo con la lengua en que leía. Hay varios ejemplares de su célebre Rayuela, incluso con el agregado que Cortázar le hizo 17 años después de publicada para corregir la omisión de la primera edición.
Todos los géneros literarios, arte, historia y filosofía son parte del tesoro que Cortázar albergaba en su departamento de la parisiense rue de Martel.
El periodista y escritor español Jesús Marchamalo preparó un libro sobre esta biblioteca personal que saldrá en versión digital en los próximos meses; se titula: Cortázar y los libros: un paseo por la biblioteca del autor deRayuela. Por su parte, Horacio González, director de la Biblioteca Nacional argentina, afirmó que en marzo, y a raíz del cincuentenario del libro de Cortázar, se bautizará con el nombre de "Rayuela" a la Plaza del lector, ubicada antes del acceso al edificio bibliográfico en la capital argentina.
[Fuente: Clarín]
http://www.sai.com.ar/bibliotecologia/boletin/1/bie096.htm
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