Fachada de la Biblioteca Nacional de Berlín
Cuando el Partido Nazi llego al gobierno alemán en 1933 comenzó uno de los mayores expolios culturales de la historia de Alemania. El Partido Socialdemócrata (SPD), que fue inmediatamente prohibido, sufrió en sus propias carnes el robo de decenas de libros, entre ellos, una edición de 1883 de El manifiesto comunista, que pertenecía a la biblioteca personal de Freiderich Engels. Además de los judíos, el SPD pronto se convirtió en una de las grandes bestias negras para los nazis y muchos de sus militantes fueron perseguidos y asesinados.
La Biblioteca Central y Regional de Berlín anunció ayer que el próximo 31 de agosto devolverá al SPD 70 ejemplares confiscados por los nazis, incluyendo también el libro de Engels. Esta compensación forma parte de un proyecto emprendido por la Biblioteca para reparar el desvalijamiento cultural del partido de Hitler: en abril ya devolvió diez libros y tres periódicos a la Comunidad Judía de Berlín.
"Estamos investigando 200.000 libros que tenemos en la Biblioteca para saber cuáles fueron robados por los nazis durante el Tercer Reich a los judíos y a otras instituciones como el Partido Socialdemócrata", anunció Annette Gerlach, de la Biblioteca Central. En los últimos diez años ya se han investigado cerca de 25.000 ejemplares, de los cuales se cree que unos 5.100 formaron parte del expolio nazi. Muchos de ellos fueron extraidos de sinagogas, casas, escuelas y tiendas. Los que no fueron quemados, acabaron en bibliotecas públicas alemanas entre los años 1945 y 1946. Como ya informó la Biblioteca Central el pasado mes de abril, en muchos de estos ejemplares se encontraron con sellos medio borrados en los que aún se podían leer "sala judía de lectura" o "Escuela berlinesa de varones de la comunidad judía".
El archivo de Thomas Mann
Esta iniciativa también ha sido emprendida por otras bibliotecas como la de Nüremberg, que desde septiembre de 2010 ha puesto en marcha un proyecto para devolver 10.000 libros robados a los descendientes de sus legítimos dueños. Después del robo, estos ejemplares fueron a parar a la colección de Julius Streicher, director de la publicación nazi Der Sturmer. Si ahora es posible su devolución es gracias a las labores de digitalización y a los datos de los usuarios que se encuentran en Internet. El pasado mes de mayo, el Archivo y la Biblioteca de Berlín ya publicó una lista ( www.bergungstelle.de) con las referencias de libros que fueron expoliados por los nazis.
Hace ya tres años, la Biblioteca del Estado de Baviera también anunció la devolución de los libros incautados a Thomas Mann después del saqueo de su casa en 1933. Muchos de estos ejemplares son traducciones que contenían dedicatorias del escritor y algunos libros, como una edición de La montaña mágica, están firmados por el propio Mann.
Todas estas devoluciones están enmarcadas en el compromiso firmado por las instituciones alemanas en 1999 en el que se exige la restauración de todos los bienes culturales confiscados por los nazis a sus propietarios o herederos.
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