El coste de tener todos los archivos culturales europeos digitalizados antes de 2017 podría superar los 100.000 millones
La Unión Europea se debate entre la necesidad de entrar en la era digital con todo su bagaje cultural guardado en servidores de Internet y la inercia de los diferentes Estados miembros -que son los encargados de digitalizar el patrimonio intelectual nacional- a hacer gastos extra en tiempos de profunda crisis. Un reciente grupo de expertos de la Comisión, capitaneado por la vicepresidenta y responsable de la Agenda Digital Europea, Neelie Kroes, ha elaborado el Informe Nuevo Renacimiento (PDF) para animar a todos los países a hacer un esfuerzo y volcar en la Red todo su patrimonio cultural de dominio público en los próximos cinco años. El coste de este esfuerzo ascendería a 100.000 millones de euros. Además, la propuesta es ambigua respecto a si los autores tienen derecho a negociar libremente con el sector privado la comercialización de las obras que no explotan en la actualidad.
Entre los impulsores del proyecto se destaca que la conversión de las principales obras culturales europeas en formato digital puede ser fuente de nuevos modelos de explotación que traigan riqueza y trabajo en las diferentes regiones de la Unión Europea. Así lo manifestó Neelie Kroes, la vicepresidenta encargada de presentar a la prensa las conclusiones del grupo de expertos que elaboró el Informe. Nuevo Renacimiento pretende que antes de 2017 el grueso de las obras intelectuales de los países miembros esté digitalizado y guardado en los servidores de los Estados, a disposición de sus ciudadanos bajo licencia de dominio público.
También pide que una segunda copia de estas obras, para preservar la correcta conservación de la obra digitalizada, se guarde en los servidores del portal Europeana, la biblioteca digital europea que está bajo el cuidado de la Unión. De este modo, las obras estarán no solo a disposición de los ciudadanos de cada país, sino de todos los europeos. El objetivo es que cualquier ciudadano de la UE pueda acceder a su patrimonio cultural, tanto para su formación como para su explotación comercial, libre reproducción, modificación, etc.
¿Digitalización o explotación?
La digitalización que pide el Informe Nuevo Renacimento debe hacerse con respeto a los derechos de autor en el caso de que no hayan caducado. La intención es pasar a soporte digital, sobre todo, las obras de dominio público, cuyos derechos de autor ya han caducado por la muerte de estos o porque ha transcurrido el tiempo indicado por ley para que sus herederos puedan explotarlas. Estas obras se consideran entonces propiedad de los miembros de cada estado soberano y, en el caso de la UE, de los ciudadanos de la Unión.
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