En colaboración con Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg ha nacido la Biblioteca Clásica de la Real Academia Española de la Lengua, nada menos que 111 volúmenes que recogerán los títulos que, en opinión de los académicos, merecen engrosar la lista de los más importantes de las letras hispanas clásicas, abarcando un amplio período de tiempo que concluye con las postrimerías del siglo XIX. Además, en la web que ha habilitado la Academia para la Biblioteca podrán consultarse de forma gratuita ediciones de algunas de esas obras clásicas, aunque no son exactamente las mismas ediciones que se publicarán en papel.
Los cuatro primeros volúmenes en ponerse a la venta (y de colgarse gratuitamente en otra edición en la web) son Milagros de Nuestra Señora de Gonzalo de Berceo, El Cantar de Mío Cid, Gramática sobre la lengua castellana de Antonio de Nebrija y La vida del Buscónde Francisco de Quevedo. Llama la atención que no van a ser publicados conforme a su numeración: si bien el Cantar es el número 1, la obra de Berceo viene numerada con el 3, la Nebrija con el 17 y la de Quevedo con el 59. Una extraña forma de poner a la venta la colección, seguramente para no seguir un orden cronológico con las publicaciones, cosa que sí se ha respetado con la numeración. Con respecto a las versiones gratuitas publicadas, sorprende también la mala calidad de los escaneados, más bien fotografías de ediciones antiguas de los volúmenes aunque han tenido a bien denominarlos como facsímiles. Hay que recordarle a la Academia que, tal y como recogen en su propio diccionario, la definición de la palabra facsímil es la siguiente:
Perfecta imitación o reproducción de una firma, un escrito, de un dibujo, de un impreso, etc.
Lo colgado en su web, sintiéndolo mucho, dista de ser perfecto, y más parece hecho para salir del paso que fruto de una labor concienzuda de digitalización.
También sorprende la inclusión en el catálogo general de la Biblioteca Clásica la inclusión de ciertas obras. Así, los siguientes volúmenes que serán publicados son La Celestina de Fernando de Rojas (número 18), el Lazarillo de Tormes (número 29), la Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España de Bernal Díaz del Castillo (número 36), un compendio con la Poesía de Fray Luis de León (número 38), La Dorotea de Lope de Vega (número 53) y los Entremeses de Luis Quiñones de Benavente (número 70), intercalando obras muy conocidas con otras menos populares y mezclando géneros, ya que en esta hornada hay poesía, prosa, teatro y ensayo, lo cual me parece un gran acierto. La inclusión de obras desconocidas para el gran público también me parece acertado, y hay que mencionar dentro de esta categoría de libros que nos resultan raros a los no versados en el clasicismo literario español volúmenes como El Victorial de Gutierre Díez de Games, la Epístola Moral a Fabio de Andrés Fernández de Andrada, Lazarillo de Ciegos Caminantes de Concolorcorvo (autor del que, lo reconozco, ni siquiera había oído hablar) o María de Jorge Isaacs.
Algunos autores, para terminar, tienen varios volúmenes en la colección. Uno de los que más, como no podía ser menos dado que estamos hablando del fénix de los ingenios, Lope de Vega, con cinco, aunque Cervantes le supera por uno. Quevedo tiene tres, mientras que su gran rival, Góngora, se queda con sólo uno. Tres tiene Calderón de la Barca, dos Fray Luis de León, dos Bécquer, dosClarín y tres Pérez Galdós, completando la lista de los que repiten.
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